Mañana de sábado en el parque, jugando a los barquitos con Lolo y Manué. Eso sí, en lugar de barcos, cámaras y, en lugar de parque, diagramas de producción.
Qué razón llevaba Cristina Carreras hace diez años: no hay nada como un buen diagrama de producción. En la Facultad nos obligaba a hacerlos como ejercicio y, como nunca es plato de buen gusto hacer las cosas por pelotas -como diría Victor Manuel en la canción-, ahora disfruto como un enano moviendo cámaras de acá para allá.
Y, de fondo, la excelente música del granadino Sergio de la Puente para el multipremiado corto LA DAMA Y LA MUERTE, de Javier Recio.
Aunque algunos de vosotros ya lo sabéis, me extiendo para los que no:
En estos días ando metido en la preproducción de "CHANGÜIS", una comedia en formato corto que dirigiré en
un par de meses con los actores Daniel Mantero (“Malviviendo”, “Un mundo
cuadrado”, “La Respuesta está en la Historia”, “Flaman”) y Miguel Alcíbar (“Solas”,
“Torremolinos 73”, “Padre Medina”, “De tu ventana a la mía”, “Carmina o
Revienta”, “Flaman”) a la cabeza.
Dado que el crowdfunding -o sistema
de mecenazgo de proyectos mediante aportaciones- es ya una realidad extendida
en el audiovisual andaluz con ejemplos tan satisfactorios como la película
“El mundo es nuestro”, he decidido financiar parte de la
producción del corto vendiendo camisetas diseñadas por mí.
De esta forma, comprando una camiseta al módico precio de 10 €, te convertirás en productor de “CHANGÜIS” y tu nombre figurará en los créditos del corto.
Dicho esto, para los que estéis interesados en comprar
camisetas, sencillamente respondedme a este mail o enviadme un correo a changuis.cortometraje@gmail.com
diciéndome el número de camisetas que queréis y las tallas que necesitáis.
Arriba lleváis adjunto un archivo con las medidas de cada
talla de camiseta y varias fotos con el diseño de la camiseta y con los
actores, para que vayáis poniéndoles cara.
Eso sí, hasta mediados de septiembre, aproximadamente, no
estarán las camisetas. Por entonces volveré a invadir vuestra intimidad, pero
necesito ir testando vuestro interés por la propuesta para tener camisetas y
tallas para todos.
Muchas gracias por vuestro tiempo y, a todos los que
decidáis formar parte de la familia de “CHANGÜIS”,
sed bienvenidos.
Como leéis. CHANGÜIS también tendrá baile. La guapísima Irene Gilabert, una consumada
quiromasajista y bailarina, acaba de aceptar el reto.
Y digo bien: RETO. Porque ni yo sabría
definiros el tipo de coreografía que encontraréis en CHANGÜIS.
Será algo profesional pero simple a la vez. Algo elaborado pero "deconstruido" al mismo tiempo. Algo inspirado en las coreografías de Busby Berkeley
o Bob Fosse pero más próximo a musicales poco al uso como BAILAR EN LA OSCURIDAD o TODOS DICEN I LOVE YOU. Algo parecido a esto...
No todos los guionistas tienen la suerte de que sus personajes los
encarnen actores en los que pensaron al escribirlos. Yo sí.
Todo empezó hace
cuatro años, poco después del rodaje de LA SUERTE DEL INOCENTE. Al acabar la
postproducción, tenía una extraña sensación, un sentimiento agridulce: había
tenido la bendición de trabajar con dos de los mejores cómicos de nuestra tierra y
apenas les había dado protagonismo.
Uno venía de recorrer
parte de la geografía andaluza con su compañía de teatro y el otro de grabar la
última película de Chus Gutiérrez. Los dos eran experimentados actores de teatro, cine y
televisión, pero nunca habían trabajado juntos.
Con todo, y a pesar de los poquísimos segundos de pantalla que compartieron juntos, cuando
se conocieron en el rodaje de LA SUERTE DEL INOCENTE, surgió una química
especial. Tan especial como la que desprenden Jack Lemmon y Walter
Matthau en EN BANDEJA DE PLATA, Steve Martin y Michael Caine en UN PAR DE
SEDUCTORES o Thierry Lhermitte y Jaques Villeret en LA CENA DE LOS IDIOTAS. Una química que me
prometí explotar al poco tiempo de pasar página con LA SUERTE DEL INOCENTE y
que, por azares del destino, llega con cuatro años de retraso.
Pero siempre he creído que las cosas llegan cuando tienen que llegar. Por eso, cuando hace unas
semanas quedé con ellos e improvisamos una primera lectura de guión, pensé: “Soy
un tipo afortunado”.
Así que, si
alguien me pregunta por ellos, estaré orgulloso de decir que uno está rodando
con el talentoso equipo de Malviviendo la serie FLAMAN, para Canal Sur, y que otro
acaba de estrenar con éxito la película CARMINA O REVIENTA, dirigida por Paco
León. Pero si hay algo que realmente me hace presumir, eso es poder tener a DANIEL MANTERO y
MIGUEL ALCÍBAR interpretando a Lolo y a Manué en mi próximo corto.
Espero
estar a la altura de las circunstancias.
Primera lectura de guión en el Café Central (Alameda de Hércules)
¿Por qué todo lo que hay en mi casa me recordará a "Changüis"?
Anoche soñé con Mychael Danna. Fue el sueño más extravagante
que yo haya recordado nunca. Para los que no lo conozcáis, Danna es el
compositor habitual de las películas de Atom Egoyan, Mira Nair y Terry Gilliam, autor de
maravillas como ARARAT, WATER o THE NATIVITY STORY, en las que combina con
maestría música occidental con melodías étnicas.
La cuestión es que, en mi sueño, Danna rehusó a participar
en uno de mis cortos por mi falta de madurez. Yo le decía algo así como que "su
música, más que simple melodía, era como un gigantesco mapa sonoro donde se
fusionaban lo medieval, lo étnico, lo electrónico y lo occidental", y él se
enfadaba conmigo llamándome inmaduro.
El que me conoce sabe que adoro la música de cine. Me permitía seguir conectado al
universo de las películas cuando hace años decidí cambiar una cámara de
televisión por un puñado de leyes. Y, entre su amplísima representación, adoro la música de Mychael Danna. Sin
embargo, ahora, reflexionando sobre mi sueño, dudo que Danna se estuviera refiriendo a CHANGÜIS. No porque el guión de CHANGÜIS no sea bisoño (que, según se mire,
puede ser un halago por parte de Danna), sino porque, desde que
empecé a escribirlo, CHANGÜIS sonaba a otro tipo de música.
CHANGÜIS suena a música popular, a música mediterránea y sureña, a
Nino Rota, a Nicola Piovani, a Vladimir
Cosma, a Piero Piccioni, a Armando Trovajoli,
a Bruno Nicolai, a Carlo Rustichelli...
Por tanto, Mychael Danna no habría sido la mejor elección
para CHANGÜIS, ni siquiera en sueños.
La música de CHANGÜIS tendrá nombre y apellidos españoles.
Espero que de un viejo conocido, un compositor con un enorme talento y un futuro
prometedor al que conocí hace varios años. Y aunque aún no pueda desvelar su
identidad, auguro que su música será el tercer protagonista de CHANGÜIS.
No es ningún secreto que,
trabajando en la preproducción de una película, un director de cine visione
muchas películas. La finalidad puede ser muy variopinta: desde analizar la
forma en que otros directores resolvieron alguna situación parecida, hasta evitar
parecidos razonables entre películas de temática similar. Así han surgido
algunos de los mayores homenajes de la Historia del Cine. Planos “a la manera
de” o, sencillamente, calcados pero con un toque especial. Recordemos, si no,
lo que hicieron en su día con el cine de Hitchcock directores tan dispares como
Brian de Palma, Woody Allen, Robert Zemeckis o Pedro Almodóvar en películas
como DOBLE CUERPO, MISTERIOSO ASESINATO EN MANHATTAN, LO QUE LA VERDAD ESCONDE
o MUJERES AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS, respectivamente.
"La ventana indiscreta", de Alfred Hitchcock
"Mujeres al borde de un ataque de nervios", de Pedro Almodóvar
¿Y esto a qué viene? A que, para
elaborar el guión técnico de CHANGÜIS, estoy visionando obras de muy distinto formato pero
con un inconfundible aroma a changüi. Así he
descubierto el cortometraje INDEPENDENCIA y la webserie ENTRE PIPAS. El primero
está escrito y dirigido por Felipe Vara de Rey, y la segunda por Jorge Cassinello.
CHANGÜIS será distinta, pero sí tendrá en común con INDEPENDENCIA y ENTRE PIPAS dos buenos actores sentados, un buen guión y una realización sencilla al servicio de la historia.
Aunque suene pretencioso, para escribir el guión de CHANGÜIS
me empapé del cine de Billy Wilder. IRMA LA DULCE, EN BANDEJA DE PLATA, AQUÍ, UN AMIGO, ¿QUÉ OCURRIÓ ENTRE TU PADRE Y MI MADRE?…
Billy Wilder (y su mano derecha, el guionista I.A.L. Diamond) tenía la
mágica habilidad de ser corrosivo y tierno en todas sus películas, y ése era el
binomio que yo buscaba para CHANGÜIS.
Por eso, cuando esbozaba una imagen gráfica que identificara
la historia de Lolo y Manué, no me quitaba el diseño del cartel de
una película de Billy Wilder de la cabeza: EL APARTAMENTO.
Cartel de "El apartamento", de Billy Wilder
Y analizando la obra de diseñadores gráficos como René
Ferracci o Saul Bass, siguiendo la influencia del Pop Art aplicado al diseño de
carteles cinematográficos y usando mi propio instinto, acabé bosquejando la
siguiente identidad gráfica.
Prueba del cartel de "Changüis", versión amarillo y negro
De ahí saldrá el cartel, el póster, el afiche… lo
que sea o como queráis llamarlo (chachoDEcamas dixit).
Espero que los profesionales del diseño sean
condescendientes con un iniciado en esto del dibujo como yo porque, sinceramente, creo que
capta a la perfección el tono que CHANGÜIS persigue.
Y, como los muebles de IKEA, lo tenemos en una amplia gama
de tonalidades.