No todos los guionistas tienen la suerte de que sus personajes los
encarnen actores en los que pensaron al escribirlos. Yo sí.
Todo empezó hace
cuatro años, poco después del rodaje de LA SUERTE DEL INOCENTE. Al acabar la
postproducción, tenía una extraña sensación, un sentimiento agridulce: había
tenido la bendición de trabajar con dos de los mejores cómicos de nuestra tierra y
apenas les había dado protagonismo.
Uno venía de recorrer
parte de la geografía andaluza con su compañía de teatro y el otro de grabar la
última película de Chus Gutiérrez. Los dos eran experimentados actores de teatro, cine y
televisión, pero nunca habían trabajado juntos.
Con todo, y a pesar de los poquísimos segundos de pantalla que compartieron juntos, cuando
se conocieron en el rodaje de LA SUERTE DEL INOCENTE, surgió una química
especial. Tan especial como la que desprenden Jack Lemmon y Walter
Matthau en EN BANDEJA DE PLATA, Steve Martin y Michael Caine en UN PAR DE
SEDUCTORES o Thierry Lhermitte y Jaques Villeret en LA CENA DE LOS IDIOTAS. Una química que me
prometí explotar al poco tiempo de pasar página con LA SUERTE DEL INOCENTE y
que, por azares del destino, llega con cuatro años de retraso.
Pero siempre he creído que las cosas llegan cuando tienen que llegar. Por eso, cuando hace unas
semanas quedé con ellos e improvisamos una primera lectura de guión, pensé: “Soy
un tipo afortunado”.
Así que, si
alguien me pregunta por ellos, estaré orgulloso de decir que uno está rodando
con el talentoso equipo de Malviviendo la serie FLAMAN, para Canal Sur, y que otro
acaba de estrenar con éxito la película CARMINA O REVIENTA, dirigida por Paco
León. Pero si hay algo que realmente me hace presumir, eso es poder tener a DANIEL MANTERO y
MIGUEL ALCÍBAR interpretando a Lolo y a Manué en mi próximo corto.
Primera lectura de guión en el Café Central (Alameda de Hércules) |
Daniel Mantero en la piel de Lolo |
Miguel Alcíbar en la piel de Manué |
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